Cuando se anunció que Pé era la ganadora del Oscar a la mejor actriz de reparto, Penélope Cruz dijo que iba a desmayarse y la emotividad no acabó ahí. Se fue a una esquina a llorar 15 minutos y habló por teléfono con sus allegados en España, reveló.
"Todavía no me lo creo, no puedo parar de llorar. De verdad ... estaba histérica ... Es un momento muy especial, no me lo creo. Estoy totalmente sobrepasada. Es una emoción muy, muy fuerte".
Cruz, quien ya había sido postulada a mejor actriz en el 2007 por "Volver", hizo historia como la primera actriz española en obtener el Oscar justo un año después que su compatriota y compañero de reparto Javier Bardem hiciera lo propio.
Los laureados artistas trabajaron por primera vez juntos en la cinta de 1992 "Jamón, jamón", de Bigas Luna, y no se habían reunido en pantalla hasta "Vicky Cristina Barcelona", en la que hicieron de ex esposos.
"Tenía muchísimas ganas de rodar con él... Hasta ahora no habíamos vuelto a trabajar juntos ... Me parece un talento descomunal", dijo de su compatriota. "Yo tenía 17 años y él 21 y esa película lanzó nuestras carreras".
Tras agradecerle a Woody Allen "por confiarme este hermoso personaje" de María Elena, una artista sexy y lunática que se entromete en la vida de su ex esposo, Cruz le dedicó el Oscar a sus padres, su hermano y hermana, así como a los cineastas españoles Pedro Almodóvar, Fernando Trueba y Luna, quienes han sido directores clave en su carrera.
"¿Se ha desmayado alguien aquí alguna vez? Porque creo que seré la primera", fueron las primeras palabras de la estrella, quien lució evidentemente abrumada en el escenario.
"Crecí en un lugar llamado Alcobendas (Madrid) donde esto no era un sueño muy realista", añadió en un emotivo discurso. "Siempre me quedaba despierta para ver esta ceremonia ... Un momento de unidad en el mundo. Porque el arte en cualquier forma siempre ha sido y será un lenguaje universal, y debemos hacer lo que podamos para proteger su supervivencia".
Y antes de retirarse se dirigió a sus compatriotas en español:
"Todos los que desde España ahora estén compartiendo este momento conmigo y sientan que esto también es de ellos, se los dedico. Y a todos los actores de mi país".
"Mi carrera en Hollywood no la veo como algo separado al resto de mi trabajo en España o los otros países donde trabajo. (El Oscar) es un paso muy grande, una sorpresa, algo con lo que no me podía atrever a soñar de niña porque no tenía referencia de gente que podía vivir del arte", puntualizó.
A una pregunta de la AP sobre si su personaje de María Elena estereotipaba a la mujer española como histérica, respondió con picardía en la víspera: "Todavía quedan algunas, pero no sólo en España".
Y agregó: "Con Woody siempre tenía la discusión de ... 'Woody, ¿no me estaré pasando? ¿No será demasiado? Esta mujer, tan histérica, que no descansa nunca. Déjame que haga esta escena un poquito más tranquila'. Se la intentaba colar de diferentes maneras y no, no... (Me decía) 'De verdad, créeme, hay mujeres así, yo las conozco'".
Antes de la ceremonia arribó con su madre y hermanos al Teatro Kodak de Los Angeles en un vaporoso traje crema de Balmain de los años 50, que obtuvo de la destacada casa curadora de trajes antiguos Lily et Cie. de Rita Watnick.